Llega la carrera de China a casa de Faenza y llega la realidad. Shanghái ha mostrado la verdadera cara de Toro Rosso. Una cara que se ha visto maquillada por los pobres resultados de su hermana mayor Red Bull y por una Lotus que no ha conseguido enseñar todo su potencial. A pesar del gran coche diseñado por James Key, el STR10 es un monoplaza de media parrilla que lucha por entrar en el top diez.
Aun así el bólido italiano es el mejor adaptado al propulsor Renault respecto a Red Bull. Prueba de ello ha sido la cubierta motor nueva que ha estrenado este fin de semana. Capó motor mucho más estrecho de cintura y escape que aprovecha aún más el flujo de los pontones en el centro del difusor y que evacúa menor temperatura del bloque motor, además de reducir el drag que supone una tapa mucho más ancha en estos casos. Sin duda las bajas temperaturas registradas en la cita asiática promueven esta modificación con lo acontecido en Sepang.