Análisis Técnico – Aquaplaning

El aquaplaning es la pérdida de agarre en la carretera – tracción y dirección – provocada por el deslizamiento de los neumáticos sobre la superficie de una pista mojada.

Este suceso ocurre cuando la banda de rodadura del neumático no es capaz de dispersar suficiente agua proveniente de la superficie del asfalto. Los niveles de tracción, y por tanto de control, se ven reducidos a medida que la superficie de contacto también se ve reducida.

Por lo que el aquaplaning origina la pérdida de contacto de los neumáticos con la carretera, volviendo incontrolable al coche. Es el efecto de la pérdida en el control de la dirección y la tracción originada por una película de agua que se forma entre el neumático y el asfalto.

La mayoría de los pilotos, en algún punto de su carrera, experimentan esta sensación en diversos grados. A medida que el neumático se desplaza en una dirección, el patrón dibujado en la banda de rodadura evacúa el agua de la pista, permitiendo que el neumático tenga contacto directo con la carretera.

Varios factores pueden afectar la resistencia de un neumático al aquaplaning, tales como la velocidad del coche, la profundidad del agua, la presión de los neumáticos y, sobre todo, la profundidad del dibujo de las gomas.

Experimento a diferentes velocidades

Profundidad del agua: 5mm. Neumáticos nuevos.
Velocidad	20km/h	60km/h
Marca del neumático
Tipo de contacto	Contacto parcial	Neumático casi flotando
Velocidad	80km/h	100km/h
Marca del neumático
Tipo de contacto	Contacto parcial	Neumático casi flotando

Experimento con diferentes profundidades del neumático

80km/h. Profundidad del agua: 5mm. Neumáticos nuevos.
Profundidad	7.5mm	3.2mm	1.6mm
Marca del neumático
Tipo de contacto	Contacto completo	Contacto casi completo	Contacto parcial

En condiciones húmedas, los neumáticos de competición que se han diseñado de forma apropiada y están en buenas condiciones son capaces de atravesar el agua manteniendo el contacto con la carretera en altas velocidades.

Es en estos casos de altas velocidades cuando los charcos de agua que vienen en dirección del neumático, pasan por debajo de los mismos creando una balsa de agua que puede resultar en una completa pérdida de tracción.

En la Fórmula 1, hay un neumático específico – lluvia extrema – que se utiliza en una superficie muy mojada durante lluvia muy intensa. El compuesto intermedio, por su parte, se emplea para pista mojada o lluvia ligera, si lo comparamos con el neumático de seco sin dibujo.

Los neumáticos de lluvia extrema tienen unos canales muy agresivos con un ángulo que se establece para evacuar de la mejor manera posible en condiciones muy húmedas a altas velocidades. Estos cortes en la superficie pueden evacuar hasta 60 litros por segundo a máxima velocidad, pero incluso con esta capacidad, el aquaplaning puede seguir produciéndose debido a lluvias torrenciales, charcos de agua o ríos que atraviesan la pista.

A diferencia del aquaplaning en los coches de calle, el problema en la Fórmula 1 es el agua que se estanca entre el neumático y el asfalto, y, en casos extremos, incluso entre el suelo del coche y la pista. En cualquier caso, una vez perdido el agarre en la carretera debido al aquaplaning, no es posible recuperar el control.

Otro caso de riesgo por aquaplaning en Fórmula 1 llega cuando un coche se despega literalmente del suelo debido a la manta de agua.

Los equipos quieren situar las planchas de madera tan cerca del suelo como sea posible por cuestiones puramente aerodinámicas. Por esta razón, el riesgo de aquaplaning aumenta considerablemente. En las condiciones de humedad los equipos quieren aumentar la altura de la carrocería aún más para disminuir el riesgo de que el tablón genere aquaplaning – denominado configuración de lluvia.

Esto, por supuesto, va en detrimento de la carga aerodinámica en el coche, pero en condiciones húmedas, la aerodinámica no es ni de lejos una preocupación.

Fuentes: formula1-dictionary, car bibles, google