La Fórmula 1 da un giro radical con la llegada del Marina Bay Street Circuit. El circuito de Singapur supone una exigencia técnica antagónica a la vista en las pruebas de Spa y Monza. Un trazado de 23 curvas, con 10 de ellas en 1ª y 2ª velocidad, en el que prima ante todo la estabilidad en frenada y tracción, y donde la necesidad de velocidad punta pasa a un segundo plano.
Pese a contar con pocas novedades aerodinámicas este fin de semana, Renault sí ha aprovechado la cita singapurense para introducir actualizaciones en las tomas de freno delanteras. En concreto capta la solución de Mercedes, Ferrari y Haas al colocar rejillas en las entradas de aire para evitar que la suciedad se acumule en los conductos pudiendo suponer una pérdida de rendimiento y posibles abandonos innecesarios en carrera. Con esta idea, no solo minimizan el impacto negativo en drag, sino que atajan directamente este problema en una pista como Singapur donde los monoplazas apenas respiran.
Por otra parte, se han revisado los slots que forman parte de la fibra de carbono del borde posterior del fondo plano al unirse entre sí para maximizar el volumen de succión de aire turbulento por parte del neumático trasero y solo reducir el drag en la parte posterior, sino hacer más efectivo el trabajo del difusor al operar con aire más limpio y ordenado.