La Fórmula 1 acaricia los últimos compases de la temporada y con ello las últimas piezas de desarrollo que durante las 6 últimas citas restantes del año, irán enfocando los conceptos de 2018 con la introducción del Halo. Gracias al poco cambio estipulado en el reglamento del próximo año, los ingenieros y motoristas afrontan las pruebas finales encarando el punto de mira hacia el cierre de campaña y las actualizaciones ejecutadas durante el invierno.
Ferrari no puede abandonar aún el monoplaza de 2017 si quiere optar por el Campeonato de Constructores, pese a que Mercedes continúa con una supremacía tanto en eficiencia de chasis y aerodinámica, como en motor, como se pudo comprobar hace 15 días en el Gran Premio de Italia. Es por esto que la escuadra del Cavallino ha efectuado una modificación menor sobre el borde posterior del fondo plano, al reducir el espacio entre las ranuras que adornan esta zona cuya finalidad es la de succionar el aire turbulento que genera el neumático posterior para una mayor eficiencia aerodinámica en el difusor y menor drag para una mayor velocidad punta, con el fin de optimizar el área de trabajo de estos elementos para una mayor carga aerodinámica en un trazado como el singapurense.