Todo al extremo. Así es Monza, un ambiente único en el que la atmófera y la historia que te rodea es realmente especial. Un circuito donde las fuertes frenadas, las grandes aceleraciones, los records de velocidad de la pista premian a los candidatos a hacer historia en este legendario trazado italiano. La necesidad de baja carga aerodinámica no exime de un buen chasis en Ascari y Parabólica, donde el coche necesita el apoyo aerodinámico durante varios segundos para encarar con buena velocidad las rectas precedidas, donde es necesario equilibrar el agarre con la mínima resistencia aerodinámica posible.
Renault llega sin novedades destacables a este trazado italiano, únicamente con piezas para configurar su monoplaza a las exigencias de Monza, como alerones delanteros y traseros de mayor y menor carga para estudiar durante el fin de semana cual es el setup adecuado. Pero sobre todo ha estrenado un alerón trasero nuevo. La longitud de ambos planos del alerón se ha reducido al máximo, dotando al conjunto de un menor ángulo de ataque, obligando a ajustar la cuerda de ambas aletas, siendo la inferior de mayor longitud y el plano secundario mucho más estrecho, siendo el más pequeño de todo el año. Los dos flaps que componen el alerón trasero se ajustan a las medidas según FIA, pero se intenta que el DRS tenga el menor efecto posible. Todo ello con miras a perder la mínima carga aerodinámica posible, sin perjudicar la reducción del drag, que es de lo que se trata con este ala.