Mónaco presenta la primera prueba para los niveles de tracción, alta carga aerodinámica, apoyo mecánico, baja velocidad en un circuito muy revirado y ratonero en el que la puesta a punto del monoplaza es bastante delicada debido a las características completamente urbanas del trazado monegasco.
Son pocas las novedades que van llegando por parte de la casa de Williams pese al reinicio que la normativa técnica de 2017 que ha obligado a toda la parrilla a abandonar el diseño de sus anteriores monoplazas. Los chicos de Grove pretenden comprobar el comportamiento del flujo en curva lenta a lo largo del monoplaza con 2 especificaciones distintas de alerón delantero que reaccionarán de forma variopinta ante los refuerzos que se han colocados en flaps y aletines señalados que modificarán la deformación de los distintos elementos de la cascada de aletas alterando sustancialmente el fluido aerodinámico aguas abajo. Un intento por parchear y solventar los problemas que sufre la escuadra británica desde hace años con la filosofía del bólido de Martini en términos de rendimiento en curva lenta, falta de temperatura en neumáticos, tracción y apoyo mecánico.
Por otra parte, el difusor luce este fin de semana una nueva aleta en los extremos cuyo propósito no es otro que el de lanzar un gran vórtice sobre las turbulencias generadas por el neumático posterior en su parte trasera que reduzca las bajas presiones que afectan de forma negativa al rendimiento del difusor y alerón trasero a la hora de generar carga aerodinámica.
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