El Autódromo de Sochi es una instalación exclusivamente diseñada para la Fórmula 1 en Rusia. Uno de los clásicos de Hermann Tilke que cuenta con doce curvas a derechas y seis a izquierdas, las cuales priman la exigencia en la unidad de potencia con largas rectas sobre la carga aerodinámica, pero sobre todo la estabilidad en frenadas en apoyo y la tracción a la salidas de las múltiples curvas lentas de 90º grados del segundo sector que recuerdan a los actuales Marina Bay o Yas Marina e incluso con ligeras pinceladas del ya extinto circuito de Valencia.
Renault ha sido uno de los equipos que también han dedicado algunos esfuerzos en actualizar su monoplaza. En esta ocasión le ha tocado el turno a los turning vanes, y en consonancia las entradas de refrigeración de piloto. Estos deflectores ganan en complejidad con un doble elemento curvado que va más acorde al estilo que utilizan las escuderías en este tipo de aletines bajo el morro. Mencionados apéndices tienen como misión controlar el vórtice Y250 bajo las suspensiones y enviarlas a los bargeboards, además de mudar y reorganizar el flujo aerodinámico que está en constante interacción entre el eje neutro del coche (donde no existen elementos y perfiles aerodinámicos por reglamento) y la parte inferior del morro.