La primera cita europea llega al calendario de Fórmula 1 como paso previo al Gran Premio de España. El circuito de Sochi, sede del Gran Premio de Rusia por cuarto año consecutivo, se caracteriza por presentar unas características aerodinámicas singulares de media-alta carga para ser un urbano diseñado por Hermann Tilke. Como es habitual en los trazados diseñados por el alemán, la clave está en encontrar el equilibrio entre eficiencia aerodinámica, velocidad punta y tracción en curva lenta por lo que el downforce no debe penalizar en exceso la respuesta que debe dar el motor para conseguir un buen tiempo por vuelta.
Pese a que la temperatura en este punto del mundo no es un problema aparente para los monoplazas, lo cierto es que el mayor esfuerzo que llevan a cabo los pilotos este año, está obligando a los equipos a abrir ciertos orificios de refrigeración para los propios pilotos. Ferrari fue el caso en Baréin y Mercedes ahora en este circuito ruso. El W08 configura una doble entrada de aire en la punta del morro, permitida por reglamento con estos fines, más allá de la circunvalanción que han sacado los equipos para equipar el conducto S, para introducir aire que llegue a los pies del piloto minimizando el impacto negativo en el flujo que tienen estas aperturas a la hora de trabajar alrededor de la estructura de impacto.
Por su parte, en la zona trasera de la cubierta motor, se han instalado 2 pequeños apéndices que siguen la forma de la salida de gases de este capó motor a modo de flap gurney que permite que la capa de aire que circula pegada a la carrocería de manera interna no se despegue hasta llegar al final de la misma, pudiendo aprovechar el control y ordenamiento sobre las partículas de aire de una forma más eficiente en el difusor, dando mayor carga aerodinámica.
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