Baréin da la bienvenida a la Fórmula 1 este año como tercera cita del calendario con una de las condiciones más extremas de toda la temporada para estos nuevos monoplazas. El trazado de Sakhir es característico de sus largas rectas y curvas de baja velocidad, carecienco de curvas donde la carga aerodinámica marque un punto significativo en unos monoplazas que aún tienen margen de evolución en este apartado debido al nuevo reglamento técnico.
Sauber llega al desierto con algunas novedades en el apartado aerodinámico además de configuración específica para las exigencias en temperatura de la cita bareiní. Los anclajes de los retrovisores se han bajado en altura y alejado del cockpit siendo estudiado en conjunto con el piloto, se ha estudiado la interacción entre el soporte del espejo y desviador de flujo junto al cockpit aguas abajo.
Como se comentaba al inicio, las altas temperaturas obligan a muchos equipos a configurar salidas de evacuación de calor extras a lo largo de la carrocería. Uno de esos puntos en la salida de gases en la parte final de la cubierta motor. Por ello Sauber ha utilizado la tercera especificación del año optimizando el nivel de drag y carga aerodinámica con mayor cantidad de gases calientes proveniente de los componentes electrónicos y del motor en el interior de la carrocería, además de instalar 2 flap gurney que ayudan a todo este efecto comentado.