Singapur representa la segunda carrera nocturna del año. Un urbano que plantea algunos retos muy importantes al contar con 23 curvas, casi la mitad de ellas a 90º grados y en 1ª y 2ª velocidad. Exigente para pilotos e ingenieros, debido a su baja velocidad relativa. Un circuito con una alta degradación de los neumáticos traseros que provoca importantes problemas de tracción siendo un asfalto que prima la estabilidad en la frenada y la tracción a la salida de las curvas.
Al igual que Ferrari y Mercedes, Williams también ha querido incluir en el diseño de su alerón delantero pequeños dientes de sierra en el último flap. El problema del ala anterior con múltiples aletas en cascada es que se trabaja con superficies curvas o inclinadas respecto al flujo de tal forma que el espesor de la capa límite aumenta disminuyendo la velocidad llegando a ser incluso menor que la del propio conjunto creando un vacío que rápidamente se llena de partículas turbulentas, lo que destruye la calidad de la carga aerodinámica en esta sección. Para ello se colocan estos apéndices, que acercan las últimas capas de aire al perfil del ala mediante la creación de vórtices acelerando sus partículas para preservar el efecto de downforce.