La Fórmula 1 vuelve este fin de semana a Alemania tras un año de ausencia por la falta de recursos económicos de sus circuitos, concretamente al Hockenheimring. Hockenheim, un trazado muy técnico exigente en carga aerodinámica al final del segundo y un revirado último sector, con un número elevado de curvas de baja velocidad, donde las largas rectas hacen que la potencia cobre un valor adicional a la hora de configurar el coche. El reglaje del motor y del chasis para ambas circunstancias resulta un quebradero de cabeza para ingenieros ya que el setup del fin de semana pasa por equilibrar buena tracción así como buena estabilidad en curva y downforce con apoyo mecánico y aerodinámico, mezclando un buen rendimiento en las rectas para los dos primeros sectores.
Pequeñas novedades carrera a carrera en el Manor MRT05, que ve como poco a poco su rendimiento se afianza por entrar en Q2 con solvencia tras ser uno de los monoplazas más tortuosos y lentos de la parrilla en el curso anterior. El bólido de Dinnington presenta una pequeña actualización en sus bargeboards al lucir una nueva mueca en la parte superior que incrementará la energía del vórtice que estos perfiles originan para encauzar el flujo de aire de forma óptima a través del lateral del pontón hacia el difusor, incrementando la carga aerodinámica en el tren posterior y disminuyendo la resistencia por zonas de aire estancadas y desordenadas.
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