Sauber desembarca en el nuevo escenario para el Gran Premio de Europa, el Circuito Urbano de Bakú en la capital de Azerbaiyán que acoge este fin de semana su 23ª edición. Los problemas económicos y de personal del equipo con base en Hinwil les obliga a no evolucionar un monoplaza que cuenta únicamente con el escaso desarrollo realizado en invierno. Pese a todo, el C35 tiene previsto recibir algunas actualizaciones en concepto de alerones nuevos en las próximas citas, antes de abandonar el concepto del coche para centrar esfuerzos en 2017.
Como todo circuito urbano, el refresco de los componentes internos es vital para la vida útil del monoplaza, no solo el rendimiento en sí del bólido. Por ello, Sauber, en un esfuerzo para poder alcanzar algunos puntos que les den algo de oxígeno a final de año, ha introducido una cubierta motor más ancha en la zona baja de la suspensión trasera para evacuar una mayor cantidad de calor de interior del propulsor Ferrari y distintos dispositivos electrónicos. La casa liderada por Peter Sauber ve idóneo aprovechar la demostrada potencia del motor italiano para incrementar el drag en pos de no sufrir percances durante la carrera del domingo.
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