El Gran Circo ha llegado a Baréin donde la noche y el calor son 2 de los factores más importantes a la hora de tener en cuenta la puesta a punto del monoplaza en el trazado de Sakhir. Una buena refrigeración pondrá a prueba los motores en el segundo Gran Premio de la temporada, y donde podremos comprobar los niveles de fiabilidad, así como las prestaciones de las nuevas unidades de potencia 2016.
Pese a que Toro Rosso monta la unidad 2015 de Ferrari, lo cierto es que el diseño de James Key no se caracteriza por ser extremadamente bondadoso con la refrigeración del STR11, que ya sabemos que contrarresta los niveles de carga aerodinámica y resistencia ofrecida al aire. Es por esto que, el monoplaza fabricado en Faenza en pos de favorecer una cubierta motor más ceñida, actualiza las branquias laterales del cockpit con el fin de crear un pequeño vacío en una posición más baja de calor que intersecte en la menor medida posible con la capa límite y los vórtices que la empujan hacia la zaga del coche y, asimismo, mejore la evacuación de calor de los componentes electrónicos del propulsor italiano.
Además, según fuese la sesión de día o de noche, los chicos de la hermana pequeña de Red Bull montaba cubiertas asimétricas más grandes o más pequeñas en función de la temperatura ambiente y las necesidades de refrigeración del conjunto motor Ferrari. Así y con todo, se pudo observar como Toro Rosso ha utilizado una salida de gases de la cubierta motor asimétrica más pequeña por la noche que durante el día con el fin de no evitar apuros en su unidad de potencia y componentes electrónicos minimizando el drag inducido ofrecido por una tapa más grande.
Como configuración para el circuito, Toro Rosso ha desarrollado un ala trasera de menor ángulo de ataque, más pequeña con 2 slots en el endplate para eliminar la presión sobrante adaptada a la menor superficie total del alerón, en la que el flap inferior se se reduce manteniendo la anchura del superior. Todo ello con miras a aumentar la poca resistencia necesaria en este circuito y aumentar la velocidad punta en ausencia de las exigencias de carga aerodinámica.