Tras presentar previo a los test el nuevo RB12, Red Bull afronta los primeros entrenos de invierno con las ideas claras de no poder optar al título este año. Renault ha trabajado duramente durante estos meses para incorporar novedades en su unidad motriz aprovechando la mayor libertad de tokens y piezas a desarrollar según el reglamento, pero no parece ser suficiente para la marca austríaca, cuyo objetivo se centra en tener un propulsor acorde a la calidad de su chasis.
La única novedad vista durante estos días ha sido el alargamiento del segundo deflector más externo en el difusor de su RB12. Actualización que intenta alargar la aceleración que sufre la velocidad del aire en su camino por el fondo plano. Contar con uno de los rakes más pronunciados de toda la parrilla hace que el equipo de Adrian Newey quiera sacar la mayor tajada posible del efecto succión que ofrece al tren posterior del bólido austríaco con dicha evolución.