La Fórmula 1 desembarca en Silverstone. Un trazado singular que pone a prueba a los equipos, una vez más, en el apartado más técnico y aerodinámico. Una pista complicada que necesita de un equilibrio muy fino ya que se precisa de un coche con buena velocidad punta en las rectas, así como tracción a la salida de las curvas lentas, pero a su vez cuenta con numerosas curvas de alta velocidad, por lo que la carga aerodinámica es primordial en este aspecto. Por ello, un coche de minimice el impacto negativo del drag en equilibrio con la carga aerodinámica será un monoplaza llamado a despuntar en el mítico trazado británico.
Williams, en pleno auge de recuperación, es uno de los equipos que trae novedades para este fin de semana, en búsqueda de la carga aerodinámica tan necesaria en su conjunto general y en el asfalto inglés.
Por este motivo, el FW37 continúa el estudio en profundidad del difusor trasero con una ligera, pero efectiva modificación en la parte central del mismo. Después del reajuste sufrido en el extremo del mismo en el Gran Premio de Austria hace 2 semanas, el bólido de Grove reforma esta región central con un carácter más ondulado añadiendo 3 pequeñas aletas en los laterales eliminando toda la estructura montada alrededor como en la especificación anterior configuraba. Todo ello enfocado a extraer del fondo mayor cantidad de aire con una ventana más amplia de expansión, optimizando la depresión que se forma en el área central de la columna de carga aerodinámica.
Esto se ve apoyado por una leve actualización de las aletas que conforman la toma de frenos trasera, cuya curvatura se hace ahora patente en lugar de 2 piezas bien diferenciadas. Esta solución proviene del Ferrari SF15-T y la cual ayuda a focalizar el flujo de forma más concisa hacia el punto deseado en las aletas ascendentes traseras que conforman la parte posterior de estos elementos de freno.