Con la llegada del Gran Premio de Baréin, los equipos se preparan para una cita de mucha temperatura. La pista de Sakhir es un trazado abrasivo con las gomas debido a las altas temperaturas acaecidas durante el fin de semana. Pese a la celebración nocturna del Gran Premio y la caída de unos 20 grados respecto al día, lo cierto es que el asfalto llega a alcanzar más de 30 grados en la noche, por lo que las escuderías han de acondicionarse para no sufrir ningún percance durante la carrera.
Por estos motivos, Mercedes ha vuelto a abrir branquias y conductos de refrigeración en su W06. No obstante, el rendimiento de la primera versión vista en Sepang no fue del todo buena, perjudicando la aerodinámica general en la parte trasera del monoplaza, por lo que en Brackley han decidido mejorar esta especificación reduciendo su número y su tamaño minimizando el impacto negativo sobre el flujo que circula sobre el pontón y que va a parar al difusor. Ya se sabe que la adición de flujo más turbulento, caliente y pesado sobre un flujo más limpio y organizado gracias a los deflectores del borde de ataque del pontón hace que empeore su calidad de entrega en la zaga, sacando un menor rendimiento en su parte final dando un eje trasero más nervioso, algo de lo que se han quejado ambos pilotos.
A su vez, también se vuelve a abrir la apertura de refrigeración en el ‘vanity panel’ del morro y chasis que enfría los componentes internos electrónicos, líquidos de freno e incluso al piloto.