Con el comienzo de la pretemporada, los equipos enfrentan uno de los inviernos más cortos de los últimos años. Prueba de ello son las pocas diferencias estéticas entre los monoplazas de la pasada campaña, con los presentados hace unos días. Además de ésto, Jerez supone que las escuadras se centren más en averiguar problemas de juventud en sus unidades de potencia más que en el rendimiento de las mismas, ya que la mayoría de escuderías no han ejecutado el 100% de potencia de sus propulsores.
Los equipos aprovechan las presentaciones para mostrar los menos detalles posibles de sus monoplazas e ir introduciendo evoluciones con vistas a los segundos y terceros entrenos de pretemporada. Uno de los pocos detalles que se dedican a esconder es la parte trasera de sus bólidos, la cual se aprovechan estos test para escudriñar al detalle, ya que grandes cambios se desarrollan en esta región del coche.
Uno de los cambios en el C34 de Sauber es el difusor. Aunque si bien es una pequeña evolución, para los de Hinwil podría significar un pequeño gran avance en la nefasta situación del año pasado.
Este difusor ha suavizado sus extremos para originar remolinos de punta que ser aprovechados. Pero la gran novedad viene en el centro del mismo, con la incorporación de la U tan característica del inicio del Mercedes del curso anterior.
Esta U central tiene un gran ángulo de ataque – debido al rake del coche – lo que ayuda a maximizar el rendimiento del flujo expandido hacia la parte superior, lo que propicia la modificación en el extremo de este componente.
Lo que ha llamado la atención durante los primeros días de test en Jerez, es un pequeño conducto para el arranque del motor en esta sección central, propiciando que el aire converja en un punto específico con mayor facilidad. No significa que en Sauber se consiga un rendimiento enorme de repente, sino que logrará que el aire que circula en esta zona se apegue más aún al coche, disminuyendo el ángulo en el que se dispersa, pudiendo aprovecharse más aún.