Después de los cambios que se acontecieron en el Gran Premio de Japón en el alerón delantero del MP4-29 que afectaba a la región Y250, McLaren sigue estudiando toda la región frontal del coche en búsqueda de rendimiento una vez abandonaron la idea de explorar la zaga.
Los de Woking han traído una nueva nariz al trazado americano de Austin con las miras puestas ya en el coche del año que viene. No sólo Lotus explora radicalmente el impacto de la nueva reglamentación concerniente al morro del año que viene, sino McLaren, en un intento por luchar con Force India y Ferrari en la tabla de constructores, evoluciona la parte frontal de su MP4-29.
La idea de esta solución es la de aprovechar el flujo en esta región, guiándolo de forma que se beneficie de la superficie más plana que antes no se explotaba al máximo. A pesar de tener un efecto Venturi más directo, puede tener posibles problemas debido a que la punta de la nariz divida la masa de aire entrante afectando íntegramente a cómo se mueve de cara a su avance a lo largo del coche.
No obstante, tendrá un efecto positivo en curva, ya que será capaz de atrapar las bajas presiones generadas por la estrechez de la boca creando un centro de bajas presiones justo debajo del chasis.
Esto es, al girar el monoplaza en curva, cierta parte de la masa de aire de bajas presiones se escapa a uno de los laterales hacia la zaga, por lo que el flujo entrante tiende a rellenar este hueco con mucha más rapidez al encontrar espacio en el que alojarse, tras atravesar la zona de la nariz que provoca que este volumen vaya más deprisa.