Una de las grandes novedades este año, el Gran Premio de Austria, el Red Bull Ring, la casa de Red Bull. Las expectativas sobre la marca de bebidas energéticas estaban bastante altas después de subir al cajón con sus dos pilotos en Montreal.
Sin embargo, y tras algunas novedades como una nueva gasolina Total para los propulsores Renault, para la escudería de Helmut Marko ha sido un fin de semana para olvidar, con un Sebastian Vettel teniéndose que retirar por problemas eléctricos y un Daniel Ricciardo desaparecido en la lucha por el podio.
La única novedad presentada en el RB10 en su circuito ha sido la división en dos del deflector vertical justo delante del neumático trasero en el fondo plano del monoplaza.
Este deflector vertical ayuda a diferenciar y conducir el flujo de aire que viene por el lateral del pontón de las turbulencias generadas por la rueda al girar al contrario de la dirección en la que viene el aire. El objetivo de la división es incidir más en esta desviación, ya que consigue utilizar la masa de aire que se acerca en curva, además del procedente de la parte frontal del coche.