Después de la gran actuación que realizó Romain Grosjean en el Gran Premio de España, Lotus quiere seguir avanzando en la parrilla en búsqueda del rendimiento perdido en pretemporada. Para ello, y aprovechando la cita monegasca, los de Enstone han desarrollado algunos componentes aerodinámicos que maximicen el rendimiento en la zaga del E22, parte importante del coche en Mónaco al necesitar de una gran tracción y una estabilidad en la parte trasera en conceptos aerodinámicos.
Al igual que Sauber, Toro Rosso, Mercedes y Red Bull, Lotus también ha actualizado su versión del Monkey Seat. El elemento simple que introdujeron en Barcelona ha sido revisado y sustituido por un diseño de doble elemento manteniendo la curva que dibujaba y el anclaje tan sencillo en el soporte central al ala trasera. Todo ello, por supuesto, en búsqueda de maximizar el énfasis del paso del flujo de aire más rápidamente que la velocidad del monoplaza en ese punto. Con ello se consigue crear carga aerodinámica vertical o, técnicamente conocido como, upwash.
Por último, los endplates del alerón posterior se han extendido, junto con la intruducción de unas ranuras, en la zona del borde de ataque de los mismos cubriendo más aún la masa de turbulencias que originan los neumáticos traseros, además de proteger al difusor de la suciedad que provenga de la región frontal.
Estas ranuras laterales son menos populares este año ya que los neumáticos Pirelli son más rígidos esta temporada, generando menos virutas y menos inestabilidad en esta área. Además, la pérdida de carga aerodinámica en la zaga de los monoplazas ayuda a someter a las gomas a un menor estrés, y por consecuencia todo lo anterior. Es decir, a medida que los equipos vayan evolucionando los coches y ganando fuera aerodinámica, se irán viendo paredes más grandes en la estructura del alerón trasero.