Barcelona representa el inicio de la temporada europea en Fórmula 1 y la oportunidad de traer una serie de cambios y evoluciones en los monoplazas antes de afrontar un periodo ocupado del verano. Como suele ser habitual en esta época del año, los equipos han traído innumerables piezas y a medida que paseamos por la calle de boxes, podemos ver distintos y variados componentes nuevos en los coches.
Los cambios que prohiben el uso del ala viga han obligado a los equipos a buscar alternativas aerodinámicas a la pérdida de agarre en el eje trasero con el fin de mantener el mismo o similar nivel estructural en esta región del coche.
Caterham ha llevado a España un nuevo difusor con un gurney flap en la zona superior. La función de esta aleta perforada no es más que la de aprovechar más el flujo de aire que viene por los laterales de los pontones y expandirlo hacia arriba.
Además de servir para que los conductos de refrigeración se beneficien de este aire que succionan, las dos aletas a cada lado del centro (amarillo) y la aleta Y100, que aprovecha la anchura máxima permitida de 200mm, (rojo) que se coloca justo debajo de la salida del tubo de escape incrementan el efecto producido por el Monkey Seat.
Esto añade una mayor estela de aire vertical que, sumado a los gases provenientes del escape, proporciona una mayor fuerza de peso hacia abajo originando un mayor downforce al eje trasero, y por tanto, una mayor estabilidad en la conducción.
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