Toro Rosso enfocó la primera sesión de entrenamientos en Baréin a trabajar en el desarrollo de los sistemas electrónicos y mecánicos antes de centrarse en sacar rendimiento aerodinámico con nuevas piezas.
El primer paquete técnico llegó para la última jornada en Sakhir. Lo primero que testearon fue un nuevo capó motor, que se prorroga hasta el final de los brazos de la suspensión trasera. La magnitud de la salida de gases se reduce sustancialmente a un punto en específico.
El área interesante es la tendencia de la zaga a diverger hacia arriba guiando al flujo en una posición precisa.
Por otro lado, sólo se utiliza un endplate en el suelo del coche, eliminando el embudo de las turbulencias creadas por la rueda y el difusor, esto hace que la ranura del chorro de neumático varía ligeramente.
La escudería con base en Faenza es el único equipo ha decidido cambiar el diseño de la nariz. El objetivo de esta nariz es hacer pasar un mayor flujo de aire por debajo del monocasco dotando a los soportes de cierta inclinación hacia atrás y levantándolos aún más, creando un efecto de convergencia en la parte superior.
Toda esta sección central inferior recoge todo la corriente de aire que pasan por encima del morro. Esta solución se inspira en la empleada tan radicalmente por Force India, cuya finalidad es aprovechar los 185 mm reglamentarios de altura al máximo.
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